Joy y su hija Angel, de seis años, viven en Manila con su marido, Dante, un delincuente. Como tantas veces en el pasado, Dante llega a casa borracho por la noche y golpea brutalmente a Joy. Esta vez, también lastima a Angel. Joy toma a su hija y huye al puesto de policía local para que finalmente lo envíen a la cárcel. En su trayecto, encuentra las instituciones legales destinadas a protegerla sumidas en lagunas y tradiciones patriarcales represivas que la colocan en un mayor peligro.
La violencia doméstica es una forma de abuso contra las mujeres muy frecuente en Filipinas. En muchas ocasiones, la igualdad en los litigios conduce a un procedimiento más complejo que resulta en impunidad para el perpetrador. Esta película no da nada por sentado, ni las acciones de sus personajes, ni el sistema legal que debe representar sus mejores intereses. La justicia debe ser oportuna para ser justicia en absoluto. Si obtener un veredicto lleva un tiempo excesivo e irrazonable, los procedimientos eliminan el significado de buscar justicia en primer lugar.